Dr. Carlos Luis Juncal Mir
Mis Queridos Hermanos Templarios. Cuando por octubre del 2011 comencé a delinear el blog sobre el tema: ¿Qué festejamos el 1° de enero?, para la pagina de Templarios, del cual les transcribo un fragmento, nunca pensé que la vida me diera la oportunidad de, varios años después, estar casi viviendo lo escrito.
Les transcribo un fragmento del blog de noviembre del 2011 y luego les cuento.
¿Pero qué festejamos el 1° de enero?
El 1° de enero se festeja la fiesta mariana más antigua de la liturgia romana. La Solemnidad de Santa María Madre de Dios es la primer Fiesta Mariana que apareció en la Iglesia Occidental, su celebración se comenzó a dar en Roma hacia el siglo VI, probablemente junto con la dedicación –el 1º de enero– del templo “Santa María Antigua” en el Foro Romano, la cual es la primera iglesia mariana de Roma.

Pero no hay que perder de vista que también, el rito romano celebraba el 1º de enero la octava de Navidad, conmemorando la circuncisión del Niño Jesús. Circuncisión que le da a la iglesia católica uno de las reliquias más importantes, el prepucio de Jesús.
Podemos decir que hay un sincretismo entre las dos corrientes y que la fiesta que se celebra el 1 de enero, por algunas facciones, es la Circuncisión de Jesús y la imposición del nombre que acompañaba a esta ceremonia, que es la equivalente de nuestro bautizo.
La circuncisión del niño Jesús (nacido bajo la fe judía) es aun ampliamente celebrada. De hecho, la fecha que todos observamos cómo Año Nuevo (1° de Enero), corresponde a la circuncisión de Jesús, a los 8 días de nacido (24 de diciembre-1 de enero). Del latín circum (que significa alrededor) y cisio (sustantivo derivado del verbo caedere, que significa cortar), es la escisión del prepucio, que tenía para los judíos una importancia capital. Era nada menos que su gran distintivo religioso y nacional.
El pueblo judío cimentó su identidad sobre dos ejes: la fuerte cohesión interna y el máximo aislamiento respecto a los pueblos de alrededor. La circuncisión fue el rito principal que se creó para dar cuerpo a estos dos objetivos. Yahvé cerró con Abraham un pacto en virtud del cual se comprometía a ser el Dios del pueblo que de él nacería, a condición de que él se comprometiese a ser su pueblo. Y que la señal de ese pacto sería la circuncisión de todo varón que de él naciese, como señal de su consagración a Dios.
Lucas 2,21 Llegado el día octavo, en que debía ser circuncidado el Niño, le fue puesto por nombre Jesús; nombre que le puso el ángel antes que fuese concebido en el vientre.
Muy bien hasta acá la transcripción de un fragmento del blog. Hace unos meses necesité viajar a Italia, más concretamente a Roma para reunirme con un sacerdote uruguayo, muy amigo, con el cual cursamos juntos el seminario. Por diversas circunstancias la vida nos llevó por caminos distintos, yo dejé el seminario y me recibí de médico y el terminó el seminario y se recibió de sacerdote. Hoy en día es profesor en la UPS Roma (Universidad Pontificia Salesiana de Roma).

Desde el momento que dejamos Roma nos atrapó un paisaje de ensueño y, a medida que más nos alejábamos, nos daba, al menos a mí, la impresión de estar entrando en el túnel del tiempo.
Luego de unos 50 minutos de panorámico viaje y de pasar una serie de pintorescas poblaciones se divisa un cartel al costado de la ruta que dice: Calcata Vecchia 20 kilómetros.
A escasos 1000 metros de un precioso “burgo” un nuevo cartel nos invita a dejar aparcado el coche y continuar nuestro viaje a pie. Esos metros se hacen de ensueño. Caminamos acompañados de una impresionante vista de un valle interminable rematado por espectacular macizo rocoso sobre el cual se recorta la silueta de la población. Esta población está habita desde el siglo II a. de C.
Debo de reconocer que este lugar para mí, hasta este momento, no representaba nada más que un enclave con una singular belleza arquitectónica. Calcata Vecchia es un pequeño poblado medieval en lo alto de una colina en la región de Lazio de Italia, en sí mismo sería un interesante destino turístico. Sin embargo, hay entidades mucho más interesante en este pueblo donde viven menos de 1.000 habitantes.

Las reliquias aparecen en un momento de la historia de la iglesia católica en la cual esta necesitó del comercio y veneración de las mismas, muchas de dudosa legitimidad, para mantenerse presente, no solo en la fe, sino en el poder. A muchas de ellas se les atribuían poderes mágicos que necesitaba una fe cuestionable. Una de las reliquias más insólitas, es el Santo Prepucio.
Esta reliquia que era venerada por locales y forasteros era objeto de una procesión anual que se llevaba a cabo todos los 1° de enero en conmemoración a la circuncisión de Jesús.
Hacia fin del siglo XIX, La Sacra Congregación para la defensa de la Fe declaraba que toda persona que hable, escriba o lea sobre el Santo Prepucio será considerada excomulgada. Finalmente, en 1983 el Santo Prepucio, que se guardaba celosamente en una caja de zapatos, desapareció misteriosamente de Calcata Vecchia y junto con su desaparición también se suprimió la procesión anual del 1° de enero.
Darío Magnoni, párroco de Calcata Vecchia, anunció textualmente el 1° de enero de 1984 a sus feligreses: "la santa reliquia este año no podrá ser expuesta a la devoción de los fieles. La han robado. Manos sacrílegas la han hecho desaparecer de mi habitación". Nunca se supo como desapareció, ni donde puede estar, pero en forma extraoficial podemos plantear que está guardado junto con otras reliquias en el propio Vaticano.
Desde mi teclado en Montevideo (Uruguay) un Feliz Fin de Año y un Prospero Año Nuevo.
Dr. Carlos Luis Juncal Mir MD - MT